viernes, 29 de agosto de 2008

Día del Abogado


Hoy 29 de agosto se celebra en la Argentina el día del abogado, en conmemoración de la fecha de nacimiento de Juan Bautista Alberdi (1810), autor de las Bases y puntos de partida para la organización política de la Confederación Argentina.


Aprovecho entonces la ocasión para saludar a todos los amigos abogados, y todos aquellos que han dedicado parte de su corazón al noble arte (¿ciencia?) del Derecho.


Aristóteles consideraba a la Justicia como la primera y principal de las virtudes de la Ética, por entender que equivalía y era la síntesis de todas las demás virtudes. La ética que debe presidir el ejercicio de la Abogacía, entonces, no puede tener otro cariz que el finalista: será ética la conducta del abogado que propenda a la Justicia.


Así lo entiende, por ejemplo, el Estatuto Real de la Abogacía Española (aprobado por Decreto Real Nº 658/2001) que en su artículo 30 reza:

El deber fundamental del abogado, como partícipe en la función pública de la Administración de Justicia, es cooperar a ella asesorando, conciliando y defendiendo en derecho los intereses que le sean confiados. En ningún caso la tutela de tales intereses puede justificar la desviación del fin supremo de Justicia a que la abogacía se halla vinculada.

En consonancia, Jorge Bustamante Alsina, en Aspectos modernos de la actividad profesional del Abogado (La Ley, tomo, 118, pág. 1098) ha dicho al respecto:

La función del Abogado en el organismo social es tanto más importante cuanto más extensa es la regulación jurídica de la conducta y cuanto más complejo es el contenido de las normas. El Abogado es, cumpliendo esa función social, un elemento de pacificación en las relaciones humanas, preservando el orden jurídico mediante el acatamiento a las normas que su consejo lleva siempre consigo; mediante la solución directa de los conflictos creados, con un sentido de justicia; mediante la actuación jurisdiccional, que le permite por los medios técnicos del proceso el derecho de los justiciables.

Tengan entonces todos un muy feliz día.




[Las imágenes con que se ilustra este post son de Honoré Daumier]

8 comentarios:

Stella dijo...

Feliz día! :)

RELATO DEL PRESENTE dijo...

Que tengas un muy feliz Día, compañero.

Pero no puedo evitar hacer un comentario al respecto de todos los ideales que acaba de enumerar:
Néstor es Abogado.
Paradojas de la vida.

piscuiza dijo...

Me encantaría saludar a los abogados que honran su matrícula y su profesión en el ejercicio de su profesión, pero hasta ahora me ha tocado lidiar con otro tipo de abogados, motivo por el cual hasta ahora no saludé a ninguno/a.
Por las salutaciones de Stella y Relato intuyo que quizás lo seas, si es así: Feliz día!

Occam dijo...

Gracias a los tres. Quisiera ser merecedor de sus felicitaciones. Las transmitiré a quienes corresponda.
Muy cordiales saludos.

OliverX dijo...

Felicitaciones, soy de los que creen en la Justicia y en los hombres como medio para llegar a ella.
Sin abogados no sería posible alcanzarla, pero como todo en la vida hay blancos y negros. Es la eterna visión del damero.
Las negras también mueven...

Occam dijo...

Ya lo creo, OliverX. Muy bueno su comentario.
Mis cordiales saludos.

Rogelio Roldán dijo...

Puras sandeces.

El abogado es, hoy en día, un burócrata que deambula por la maraña normativa, o un pseudo esclavo de la facturación, que utiliza mecanismos espúreos para robarle a sus clientes, o un mercachifle barato que recorre tribunales con camisas gastadas y manchadas de café y cenizas.

Aburrido lo de Occam, como es ya usual. Me asombra la cantidad de opas que lo ensalzan permanentemente.

Occam dijo...

Rogelio Roldán: Gracias por su comentario. Le sugiero, para su comodidad espiritual y diversión, no pisar más por este sitio. Nos haría mejor a todos. A nosotros los opas, y también a su brillante y divertida mordacidad.
Por suerte yo me divierto mucho con pistolas como usted.